TEXTO I
Marketing y ecología: la moda se viste de verde
Eric Wilson
Dejemos de lado los clichés acerca de la moda verde (1), ¡oh cínicos!, y supongamos que ahora todos están de acuerdo en salvar al mundo haciendo las compras para las fiestas en el almacén Barneys, donde hasta las vidrieras promueven la ropa ecológica. Supongamos también que los jeans de algodón orgánico son buenos para la Madre Tierra y la ropa interior a base de soja salvará algún día a los osos polares. Llevemos todas nuestras compras de ropa sensible al medio ambiente, hechas de bambú, maíz, coco, cánamo o ananá en nuestras bolsas reutilizables.
Si sólo aceptar la moda verde fuera tan fácil. No importa lo sinceros que puedan ser los disenadores de moda en sus esfuerzos por abrazar el movimiento verde esta temporada, los consumidores pueden verse confundidos a la hora de evaluar el impacto ambiental de muchos productos que, se afirma, son ecológicos. Luego de tomar en cuenta las telas usadas en la ropa y cómo fueron producidas, los verdaderos beneficios de la soja versus el algodón orgánico versus el poliéster reciclado pueden ser escasos o confusos o posiblemente enganosos.
“Cuando sólo se analizan las materias primas para ver si algo es realmente verde, uno es como un ciego sosteniendo la cola de un elefante (2)”, dijo Chris Van Dyke, director general de la empresa Nau, una línea de ropa para la naturaleza que tiene tres anos de existencia, fundada sobre el principio de prácticas sustentables en todo su ciclo de producción, incluyendo los costos ecológicos de envío y cuidado de las prendas. “Hay que tener en cuenta muchos factores”, anadió.
Casi todas las industrias han sentido la explosión del marketing verde. Verde es la nueva versión de “nuevo y mejorado”. Pero la tendencia ha avanzado tan rápido que se vuelve difícil evaluar la afirmación de que algunos productos son biodegradables, carbono neutrales o hechos de materiales sustentables. En reconocimiento del interés de los consumidores en rápida expansión, la Comisión Federal de Comercio indicó que reevaluará sus guías para la designación de verde en marketing, actualizada por última vez en 1998, para determinar si es necesario ampliarlas.
Para los consumidores que tratan de equilibrar sus intereses entre el consumo y el medio ambiente, los factores a favor y en contra de la moda verde son complejos. Se promueven las telas hechas de bambú o cánamo diciendo que se cultivaron plantas sin pesticidas y que éstas crecen mucho más rápido que el algodón. Pero lo malo del bambú o el cánamo es que sus fibras por lo general son naturalmente duras y se las ablanda antes de usarlas para tejer telas con tratamientos químicos, que producen más polución.
¿Entonces qué puede hacer un consumidor no reformado frente a la moda verde que no siempre va bien? “Lo perfecto no existe y probablemente nunca lo logremos”, dice Leslie Hoffman, directora ejecutiva de la Fundación Herat Pledge, un grupo sin fines de lucro que promueve el desarrollo y tecnologías sustentables. “Todos transigimos en algo todos los días. Hacerlo con los ojos abiertos y no de manera arbitraria es el mejor consejo que puedo dar”.
(www.lanacion.com.ar)
O texto sugere medidas para evitar ou diminuir o mau uso do marketing verde.
Indique uma medida que deve ser tomada pelos órgãos públicos e outra pelos consumidores, de acordo com o texto.