Manos que empiezan a sudar, voz temblorosa

y un corazón que late a mil por hora son

algunos de los síntomas que muchos

experimentan antes y durante una presentaciónen

público, una reunión importante con el jefe

o al pararse en un escenario.

El consejo clásico frente a esta desagradable

situación suele ser: "Respira hondo e intenta

relajarte". Sin embargo, un estudio reciente

aconseja otra cosa: transformar la ansiedad en

entusiasmo para así lograr mejores resultados.

En este estudio se realizaron varios

experimentos. En uno se dividió en tres a un

grupo de participantes que debían cantar en

un videojuego de karaoke, mientras eran

grabados con una cámara y se les medía su

rendimiento. A un grupo se le asignó repetirse

a sí mismo "estoy entusiasmado", a otro se le

hizo decir "estoy ansioso" y al tercero, no

decir nada. Otra de las pruebas era preparar y

dar un discurso en público frente a un jurado

que evaluaba su calidad. Mientras algunas

personas debían decir "estoy entusiasmado",

otros repetían "estoy tranquilo y calmado".

A la hora de revisar los resultados, quienes

mejor cantaron fueron aquellos que se

aferraron a la idea de que estaban

entusiasmados por hacerlo. A su vez, quienes

hicieron esto mismo antes de dar un discurso,

se mostraron frente al jurado con más

confianza, coherencia y nivel de persuasión.

Incluso, hablaron durante más tiempo en

público que quienes decían estar calmados.

"De todas maneras es más fácil y eficiente

convencerse de que uno está entusiasmado

más que calmado frente a una situación que

genera nerviosismo y ansiedad", afirma una

de las psicólogasque ejecutó la investigación.

"Automáticamente el cuerpo interpreta estas

situaciones que generan ansiedad como una

amenaza que lo pone en estado de alerta

fisiológica. Aumenta la frecuencia cardiaca y

el sudor, lo que dificulta el flujo de pensamiento,

la capacidad de análisis y de síntesis".

"Estoy alerta", "estoy prendido" y "esta es una

buena oportunidad para demostrar mis

habilidades y conocimientos" son algunas de

las frases que los especialistas recomiendan

repetirse a uno mismo antes de enfrentar una

situación amenazante.

Adaptado de: Es más fácil transformar la ansiedad en entusiasmo que lograr calmarse. El Mercurio, 17 jul.2016.p. A9.

La frase A un grupo se le asignó repetirse a sí mismo “estoy entusiasmado”(l. 17-18)se podría reescribir como