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La noche de San Juan: la festividad más antigua de la cultura occidental

[1] En la noche del día 23 de junio se celebra la festividad más antigua de la cultura occidental, la conocida como noche mágica de San Juan, víspera de la celebración del nombrado [4] santo. La celebración, muy presente especialmente en el Mediterráneo, está unida a antiguos cultos y ofrendas paganas del inicio del verano astronómico en el hemisferio norte. [7] El Sol alcanza su máxima altura sobre el horizonte y nos brinda el día más largo y la noche más corta de todo el año. Actualmente y debido al fenómeno físico conocido como la [10] precesión de los equinoccios, el inicio del verano astronómico se produce en realidad tres días antes de la festividad, si bien tradicionalmente, especialmente en el ámbito rural, se continúa [13] considerando el día de San Juan como el inicio de esta estación astronómica. Entre los orígenes de esta celebración mística se [16] pueden citar la festividad griega en honor al dios Apolo, la celta en honor al dios Belenos, o la romana en honor a la diosa Minerva. [19] En la Europa Central también es conocida como
Sommersonnenwende, e incluso en la lejana civilización Inca
como Inti Raimi o día del Sol. De alguna forma los antiguos [22] pueblos buscaban en estas celebraciones “obligar” a que el Sol regresara nuevamente sobre sus pasos en el cielo después de alcanzar su punto culminante (solsticio o máxima declinación) [25] y que el ciclo natural de las estaciones volviera así a repetirse con seguridad, frente al temor a lo desconocido o imprevisible. En distintas culturas de la costa mediterránea se rinde [28] culto al fuego como elemento purificador y ancestral, posiblemente heredado de los cultos romanos a Minerva que eran celebrados con la venida de la primavera. El fuego es uno [31] de los elementos puros que nos permitirán preservarnos de un mal año.
Internet: (adaptado).

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El fuego y los orígenes de la humanidad en la mitología griega

[1] En la mitología griega existen versiones diferentes sobre el origen de la humanidad [4 ]y de la cultura. Uno de los mitos más importantes a este respecto es el de Prometeo. Según este [7] mito, el creador del hombre fue Prometeo, el titán, que lo modeló con arcilla, y Atenea [10] sopló aliento de vida sobre la imagen de barro. Prometeo es el benefactor de la humanidad por [13] excelencia. También ayudó a los hombres al engañar a Zeus haciendo que éste decidiera escoger para los dioses la parte en apariencia más lustrosa del buey que, en cambio, sólo contenía [16] los huesos, mientras que dejó para los hombres la parte más sabrosa de la carne. Por eso en la Tierra, y desde entonces, los hijos de los hombres queman los huesos desnudos de las [19] ofrendas sobre altares perfumados. El hombre se queda con la carne mientras que los dioses sólo reciben el humo de la grasa quemada. [22] Prometeo además benefició al hombre entregándole el fuego sagrado que había robado del Olimpo, con el que dotó a los hombres de inteligencia. También les enseñó las artes y [25] las ciencias, actividades antes reservadas tan sólo a los dioses. La historia de Prometeo ha inspirado a muchos autores a lo largo de la historia para referirse a la osadía de los [28] hombres de hacer o poseer las cosas divinas, y los románticos vieron en él un prototipo del genio natural.
Internet: (adaptado).

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Las danzas y el fuego

[1] Si bien algunos autores dudan de que en la Península Ibérica existiesen danzas regladas con anterioridad a la venida de los romanos, lo cierto es que Estrabón nos habla de los [4 ]pueblos celtas y celtíberos diciéndonos que bailaban en el plenilunio a un Dios sin nombre, y por otra parte, han llegado a nosotros, aunque algo modificadas, un gran número de [7 ]danzas, la mayoría de las cuales tiene un marcado carácter religioso. Se pueden citar como ejemplo: las danzas de vísperas en Galicia, la danza prima en Asturias, la sardana en [10] Cataluña, etc. Más tarde, al ser conquistada la Península por los romanos, el pueblo asimiló las danzas, generalmente licenciosas, que los conquistadores traían, pero manteniendo [13] siempre las indígenas. Además de las danzas de carácter religioso, existía otro tipo de danzas muy importante de carácter guerrero, de las cuales encontramos muestras por toda la [16] Península, aunque hubo pueblos, como los cántabros, que casi no fueron invadidos, en los que se conservaron las tradiciones de una forma más pura.
Rocío Espada. La danza española (adaptado).

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De los textos juntos es correcto inferir que las fiestas mediterráneas de la actualidad que tienen el fuego como uno de sus elementos característicos (como por ejemplo la fiesta de San Juan) poseen una procedencia cultural histórica bastante heterogénea.