Texto

El Surrealismo

[1] El movimiento surrealista resume una de las tendencias

vanguardistas más originales del siglo XX. Fue el intelectual

francés André Breton quien publicó el primer Manifiesto

[4] Surrealista (1924), a partir del cual se definieron algunos de

sus compromisos más destacables. Al evolucionar a partir de

ciertas nociones del Dadaísmo, el Surrealismo admitió entre sus

[7] principios fundacionales el automatismo en la creación. A tal

fin, el inconsciente se convertía en animador de toda propuesta,

independientemente de su corrección moral o de su respeto a

[10] las normas impuestas por la tradición estética. Obviamente,

Breton manejó en todo momento la teoría psicoanalítica de

Sigmund Freud, particularmente en lo referido a la construcción

[13] psíquica del deseo. De ahí que, para desarrollar este

fundamento en el discurso creativo, los surrealistas debieran

guiarse por las pasiones libidinales y por los sueños,

[16] yuxtaponiendo toda una diversidad de elementos en su

imaginería. Como el lenguaje de lo inesperado es, justamente,

aquello que modula el humorismo, no es extraño que ese primer

[19] empuje de los surrealistas contuviese todos los ingredientes del

humor negro.

Si bien el movimiento atrajo a los jóvenes más

[22] vanguardistas de Europa, lo cierto es que tardaron en trabarse

todas sus expresiones. De hecho, aunque de inmediato se dio

una literatura surrealista y muy pronto hubo pintores y

[25] escultores que alcanzaron esa misma dimensión subversiva,

tardó tiempo en manifestarse una cinematografía surrealista.

Quienes vinieron a colmar ese vacío fueron dos jóvenes artistas,

[28] Luis Buñuel y Salvador Dalí.

Internet: (adaptado).

Texto

El Surrealismo en el cine

[1] “Esta película (Un Perro Andaluz) nació de la

confluencia de dos sueños. Dalí me invitó a pasar unos días en

su casa y, al llegar a Figueras, yo le conté un sueño que había

[4] tenido poco antes, en el que una nube desflecada cortaba la

luna y una cuchilla de afeitar hendía un ojo. Él, a su vez, me

dijo que la noche anterior había visto en sueños una mano llena

[7] de hormigas y añadió: — ‘¿Y si, partiendo de esto, hiciéramos

una película?’ Pronto nos pusimos manos a la obra siguiendo

una regla adoptada de común acuerdo: no aceptar idea ni

[10] imagen alguna que pudiera dar lugar a una explicación

racional, psicológica o cultural. Abrir todas las puertas a lo

irracional. No admitir más que las imágenes que nos

[13] impresionaran, sin tratar de averiguar por qué.

En ninguna de las artes tradicionales existe una

desproporción tan grande entre posibilidad y realización como

16 en el cine. Por actuar de una manera directa sobre el

espectador, presentándole seres y cosas concretas; por aislarlo,

gracias al silencio, a la oscuridad, de lo que pudiéramos llamar

19 su hábitat psíquico, el cine es capaz de arrebatarlo como

ninguna otra expresión humana. Pero como ninguna otra es

capaz de embrutecerlo. Por desgracia, la gran mayoría de los

[22] cines actuales parece no tener más misión que ésa: las pantallas

hacen gala del vacío moral e intelectual en que prospera el

cine, que se limita a imitar la novela o el teatro, con la

[25] diferencia de que sus medios son menos ricos para expresar

psicologías” (Luis Buñuel).

Siguiendo la estela de Buñuel, muchos directores de

[28] cine clásico y contemporáneo han tratado de ahondar en el

mundo de los sueños. Alfred Hitchcock, en particular, realizó,

junto a Salvador Dalí, una escena surrealista en la película

[31] Recuerda. En el cine de David Lynch, Spike Jonze, Michel

Gondry o Julio Médem entre otros, a pesar de realizar el

surrealismo siguiendo el hilo de una historia concreta, han

[34] dejado ver la influencia del cine surrealista.

Internet: (adaptado).

[1] El Sueño, óleo pintado por Dalí en 1937, trata de uno

de los temas de mayor fascinación para los surrealistas: el

mundo de los sueños. Creían que la libertad del subconsciente

[4] dentro del sueño era expresada al máximo y de esta manera

podían los sueños funcionar como detonador de la fuerza

creadora, podían, pues, utilizarse creativamente.

[7] Este cuadro es una representación visual del colapso

del cuerpo durante el sueño; como si fuera éste un estado

separado del ser. En la imagen notamos contraponiéndose al

[10] azul profundo del cielo veraniego, una enorme cabeza

desarticulada de un faltante cuerpo, con los ojos inmersos en un

profundo sueño, que pende sobre un paisaje casi vacío. La

[13] cabeza es mantenida sobre el suelo por una serie de muletas de

madera.

Internet: (adaptado).

Juzgue lo ítem siguiente de acuerdo con la imagen de arriba, el texto que la acompaña y los textos.

Si aceptamos que las muletas del cuadro representan el colapso del cuerpo, podemos concluir que el cuadro intenta expresar también el colapso de nuestros órganos sensoriales.